jueves, 1 de noviembre de 2012

Crítica de ARGO


¡ARGODERSE!: UNA HUIDA DE PELÍCULA


Ben Affleck me recuerda a aquellos tebeos donde tenías que buscar a “Wally” entre una marabunta de gente que veraneaba en la playa, o disfrutaba en un parque de atracciones. Es de una ardua labor distinguir en cada escena en qué momento habla un agente de la CIA, y cuándo la pared del fondo. Sin embargo, pese a que su frondosa barba oculte unos rasgos ya petrificados, sí me dejó de piedra la tensión y la incertidumbre con la que se comparte una huida tan arriesgada. Quizás esa empatía la sufran más quienes han intentado entrar en una discoteca o comprar alcohol con un DNI falsificado y les haya entrado ese sudor frío por temor a ser delatado, pero en este caso, multiplicado por cien.

El suspense lo interioriza el director desde el principio hasta el final: desde la entrada de los manifestantes iraníes a la embajada norteamericana, hasta una intangible persecución policial a un mismo avión a punto de despegar. La historia no está inventada, está vivida, recordada, y aquí, filmada. La resolución poco definida en pantalla acompaña a la calidad con la que se relataban las historias en los años 80, el 4 de noviembre de 1979, cuando empezó la revolución de unos estudiantes iraníes que rodearon y ocuparon la embajada del gobierno que les oprimía. De los 72 trabajadores del edificio, solo 6 consiguieron huir y refugiarse en la residencia del embajador canadiense. La opción de conseguir seis identidades falsas estaba en la idea del un miedoso Carter, así como un plan de huida en bicicleta, un Dakar de 500 kilómetros hasta la frontera que se quedó en simple idea de una misión imposible.

La idea salió del propio Toni Méndez, Affleck, como hipotético guionista de ARGO, una película de ficción que se rodaría en tierras iraníes y que serviría de tapadera para rescatar a los perseguidos. Una historia de naves espaciales que recuerdan mucho a la Guerra de las Galaxias, con una trama sencilla y recurrente, lo cual no importaba, estaba hecha para fracasar. Y el proyecto se hace posible gracias a dos peces gordos del mundo cinematográfico, Alan Arkin, como Lester Siegel, y John Goodman, como John Chambers, el  tándem humorístico que contrarresta con un final de película abstracto para aquel que no conociera la historia real.

Que se haga una película basada en hechos reales no implica una fidelidad absoluta en una de las ramas del arte. Una película es perfectamente interpretable. El conflicto del año 1979, que se prolonga hasta día de hoy con la crisis nuclear, lo conforman dos bandos: el iraní, y el estadounidense. Y como tal, habrá partidarios de la causa iraní, y de unos pobres funcionarios, como quiere mostrar en esta película Ben Affleck, director de la misma.

El modo de vida callejera iraní, su intransigencia, costumbres estrambóticas, cinismo, su frialdad, el carácter, una desconfianza que, sea real o no, Affleck la transmite. Y desde luego, a uno se le quitan las ganas de viajar a este país. Es posible que pocos iraníes vean cine americano tan provocador, aun cuando no se puede tocar la figura de Mahoma, sagrado e irrepresentable. Sin embargo, este “ataque” indirecto no supone más que llorarle un par de gotas al mar, algo insignificante.

ARGO es un tema de moda de película dentro de película. Una exaltación de la perseverancia y poderío que tiene y se hace tener el coloso norteamericano y de las relaciones con su vecino del norte. Una película con final feliz, donde no muere nadie, aunque la trama esté hecha para que cuestiones la vida en el momento más inesperado. 

lunes, 22 de octubre de 2012

Elecciones gallegas



La elección gallega de no elegir en política

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia. EFE




Las elecciones gallegas cifran un 10% menos de electores que no han acudido a las urnas

El Partido Popular resiste en el poder con mayoría absoluta. 41 escaños, tres más que en 2009

La desafección política a nivel nacional por parte de la ciudadanía. La que aportó la propia clase política gallega con el caso “Pokemon”. O el simple hecho de que hoy, 21 de octubre de 2012, presente unas condiciones meteorológicas adversas son algunos de los motivos por los que se justifica una participación electoral que ha bajado aproximadamente en un 10% en la Comunidad Gallega.

En el primer avance electoral gallego, a las 12:00 horas, se reflejaba un 5% menos de participación electoral, mientras que en el segundo avance de las 17:00 horas, ya se alcanzaban esos diez puntos básicos de diferencia, según la estadística de la Xunta de Galicia. “Votar al PP de Galicia es salir de la crisis, y votar a la oposición es volver a atrás”, sentenció en un mitin de campaña Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular quien ha sido sorprendido a las 11:00 horas de esta mañana por un grupo compuesto por cinco personas vestidas con monos de color blanco. Este grupo mostró una pancarta del colectivo independentista Ceivar que ordenó retirar la Policía Nacional y que finalizó de manera pacífica, según informa EUROPA PRESS.

Una victoria con obstáculos

Ante un supuesto caso similar como el del ex presidente Rodríguez Zapatero, Feijóo desmiente el malentendido informando que asiste “a todos los actos y mítines del PP con dinero del partido o de militantes del partido, como fue el caso”. Una aeronave privada del empresario multimillonario, José Benito López Carballedo, que utilizó el líder de los populares y que causó cierta inquietud a comienzos de campaña.

Sondeos y resultados de los partidos

Ya a las 21:00 horas, los sondeos ya remarcaban esa mayoría absoluta indicada por los sondeos y esperada durante y antes de la campaña. El Partido Popular, con 41 diputados conseguidos respecto a los 38 necesarios para conseguir esa mayoría, es normal que Feijóo se mostrase “tranquilo y descansado” y se pudiese permitir un descanso en Santiago de Compostela acompañado de su familia antes de partir al colegio electoral, momento en que los gallegos decidieran un futuro por el que “se juegan mucho”, anunció el dirigente.

El Partido Socialista, por el contrario, se queda con 17, siete diputados menos de los 25 que obtuvo en la pasada legislatura de 2009. “Os lo digo de corazón: va a pasar, vamos a gobernar este país”, juró el líder del PSG, Pachi Vázquez, ante la confianza del desgaste del PP debido a la excesiva política de recortes. Sin embargo, con esta derrota en cifras, no se ha podido evitar ninguna coalición “tan normales en Europa”, ejemplifica.

En tercer lugar, para sorpresa de varios, Alternativa Galega de Esquerdas arranca por primera vez en el Parlamento gallego con 9 escaños obtenidos. Un partido que nace en la Cámara como resultado de la escisión de la izquierda socialista y del Bloque Nacionalista Gallego, este último con una representación de 7 diputados en comparación con los 12 de 2009. El líder de AGE, Xosé Manuel Beiras, inicia una denuncia electoral por parte de los populares comunicando que "unos 300 residentes de la residencia de Rairo fueron llevados a votar en autobuses con el sobre en la mano y en silla de ruedas". Añade que "eran conducidos por personal religioso a votar" y que "muchos de ellos" tenían "alzheimer avanzado hasta el punto de no recordar su propio nombre".

Reelección de Feijóo

Con la denuncia de “prácticas caciquiles” y “juego sucio” por parte de AGE, así como el descontento general de la comunidad gallega hacia la casta política, el Partido Popular de Galicia rebasa en números esa mayoría absoluta de 2009 y continuará con la política de recortes que lidera el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Tamara, estudiante natural de Lugo, asegura en Twitter que la alta abstención viene por un “gran descontento general hacia la clase política, y nada que ver con la lluvia. Pronto votarán solo en las municipales”. Al mismo tiempo, Fátima, también gallega y sin depositar su voto, se resigna: “no tenemos otra alternativa que aguantar a la derecha durante unos añitos más”.
Unas elecciones pasadas por agua y por una neutralidad y desinterés que llevan a la política a marcar un antes y un después en la democracia española.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Entrevista a Alex O'Dogherty


Alex O’Dogherty: “Por un momento que te hayas reído, ya has aprovechado el día”



Actor, músico, cómico, cantante, la caja de pandora de San Fernando, Cádiz, que ya nos sorprende con su apellido irlandés. Alex O’Dogherty, una de las estrellas más versátiles encima de un escenario. No se encasqueta en un papel de malo a lo Kevin Bacon, sino que también busca personajes queridos como para abrazar a un cojín. El 30 de agosto le tocaba otra de sus especialidades, la comedia. El centro comercial La Vaguada nos regalaba un monólogo de este actor todoterreno que se ha ganado las cuatro ruedas a base de esfuerzo y dedicación. A las 20:30 comenzaba un concierto de risas de “500 personas, o menos” que en ningún momento desafinó.

En estos momentos de crisis económica y crisis de valores de la sociedad, ¿es más fácil hacer reír o hacer llorar?

Depende de quién, pero en mi caso mi misión es hacer reír y me aprovecho de que a mucha gente les hago llorar, y por lo tanto tienen más ganas de reír, así que el mal de unos es consuelo de otros. Por mi parte no me alegro de que esto sea así, aunque sé que la gente tiene todavía más ganas de divertirse.

Una buena medicina…

Reírse no tiene precio. Por un momento que te hayas reído durante el día lo has aprovechado, ya te sirve de algo.

Te conocen de las famosas series de televisión de “Camera Café” y “Doctor Mateo”. Fuera de interpretaciones tan antagónicas, ¿es Alex un serio y respetado Arturo Cañas o más bien ese “Caracolo” tan entrañable?

Yo creo que soy un punto intermedio. Yo también me he preguntado eso. Ni tanto como uno ni como otro.  A veces me quedo en un extremo, a veces me voy al otro, pero buscando siempre el equilibrio.

Jorge Guede // Nikon Coolpix 5200
La postura general de todo actor tiende al directo de una obra de teatro o a monólogos como este, antes que repetir una toma 20 veces en cine o televisión que verán millones de personas, ¿también es tu caso?

Yo busco el contacto con la gente.  A mí me gusta hablarle al público, algo que echo de menos cuando hago cine o televisión. Lo que te da un escenario no te lo da otra cosa. La gente, los aplausos, todo esto no te lo da una actuación grabada. Es algo único.

Este mismo público es el que acudirá a “The Hole”, nueva obra en la que trabajas y se estrenará ahora en septiembre. ¿Qué hay en ese agujero?

Hay muchas cosas. Es el agujero más variado y divertido que he visto en mi vida. Hay circo, hay cabaret, hay provocación, sensualidad, risas, diversión… y una rata.

¿No tienes miedo a las ratas?

No, para nada (risas).

En la descripción de tu twitter escribes: “actor y cosas de esas”. Pero también tocas el piano, la guitarra, cantas en un grupo: “La Bizarrería”, etc. ¿Qué te falta por hacer?

Estoy preparado. Me faltan muchas cosas, como que la gente se entere. Por ejemplo, el ukelele le da un toque de humor para estos actos. Me gustan los instrumentos pequeñitos. Ahora tengo un espectáculo nuevo que se llama “Mi imaginación y yo” donde tengo espectáculos, actuaciones musicales donde me acompañan 5 músicos quienes conformamos La Bizarrería. Llevo más de diez años usándolo en el monólogo y me viene muy bien.

Y con toda esta formación, de algún lado sacarías inspiración, ¿influencias?

De pequeño los famosos Gabi, Miliqui, Fofo, esos me marcaron en mi infancia. Luego ya de mayor, Pedro Reyes o Faemino y Cansado.

Y cuando después de admirar, decidiste poner el pie en el mundo de la farándula, apoyos no te faltaron…

Sí, eso siempre. Afortunadamente eso ha sido la clave de todo, por parte de mi familia y amigos, ha sido muy importante para mí.

¿Algún consejo que puedas dar a aquellos que quieran abrir las puertas de este estilo de vida?

Que tiren para adelante. En mi caso yo he conseguido esto a base de mucho esfuerzo, perseverancia, trabajo y preparación. Recomiendo a la gente que se prepare desde por la mañana, hasta por la noche, algo que hemos hecho todos los artistas andaluces de nuestra generación como Paco León, José Luis García Pérez, José Manuel Seda, muchos de nosotros estamos estudiando y preparándonos. Muy distintos a aquellos que con 17 años quieren triunfar y forrarse con una serie. Eso puede terminar y pillarte desprevenido… Voy a cumplir 40 años dentro de poco y me gustaría haber aprovechado más el tiempo, aunque me siento satisfecho por haberme preocupado tanto de aprender. Llevo un año sin encontrar trabajo en la tele, y posiblemente pase otro. En cuanto al cine, voy a ver si hago una película en enero.

¿Qué película?

No voy a decir nada, porque en principio estaba prevista para octubre y luego se pasó a enero. Este tipo de cosas que cuando las dices se gafan, luego se cambian y quedas como un gilipollas (risas). Sin embargo, aunque no estoy centrado en cine y televisión, sí que me van saliendo cosillas de estas gracias al teatro, a los monólogos, a la música y, en definitiva, gracias a la preparación.

Todo este trabajo que buscas, que te sale, que encuentras o no, el mundo del espectáculo, ¿es un sueño cumplido?

En cierto modo, porque cuando cumplo algunas ilusiones, van y me salen otras. Nunca he llegado a ningún sitio, siempre voy siguiendo, cruzando caminos, alcanzando metas… No es que yo no tenga techo, es que yo no lo quiero tener. Para mí el camino no es cuesta arriba, es “palante”. He hecho todo lo que he hecho, ahora estoy muy ilusionado con “La Bizarrería” y con un nuevo disco que voy a grabar, que seguramente me lo pague yo.

¿Compaginar música y teatro?

Cierto, este año fundamentalmente voy a compaginar “The Hole” con “La Bizarrería”, además de algunos monólogos como este que me vayan saliendo y no tendré tiempo para mucho más porque de aquí al verano haya grabado unas cuantas canciones. El disco entero es muy difícil, pero intentaré hacer lo máximo posible.


miércoles, 30 de mayo de 2012

Raúl Guzmán: “En el libro trato de convertir a los padres en osteópatas”

Perfil

Hace ocho años que dejó colgado el blanco estereotipo de clínico serio y temeroso, y desde entonces, a las consultas prefiere llevar un pijama sanitario azul con muñecos de Disney con el que los niños llevan mejor sus visitas. Raúl Guzmán estudió osteopatía en Madrid, dos formaciones completas de esta rama y se especializó en osteopatía craneal y homeopatía, así como realización e impartición de cursos en este campo y otros más conocidos como la técnica china de la acupuntura. Una vocación que nació con el altruismo de curar el cuerpo con unas manos de dieciséis años.  Desde la adolescencia compaginaba sus estudios con el trabajo, masajes en una peluquería o en el gimnasio de barrio, sus prácticas. Desde entonces nunca ha dejado de estudiar. Hoy tiene 41 años, y hace tres que abrió la clínica VASS, con 24 profesionales del ámbito de la osteopatía y la fisioterapia, entre otras.

Sus frutos de duro trabajo para lograr la completa armonía entre músculos, tendones, huesos y nervios han devenido en la escritura de varios libros escritos por él, donde plasma técnicas pioneras en esta rama con partes adaptadas al público en general, y otras páginas dirigidas a otros profesionales para leer entre líneas. Su última publicación, editada en 2011, se titula “El cólico del lactante”. 88 páginas dedicadas a los problemas que pueden sufrir los bebés y cómo los padres pueden ser osteópatas en casa mediante técnicas básicas que Raúl explica. Para esta labor, observa qué habilidades tienen los padres para que puedan trabajar con sus hijos, comenta el autor del libro y padre de César, que acaba de cumplir 3 meses. Varios años estudiando a los más pequeños, y ahora tiene uno en brazos, un auténtico regalo.

Como proyecto de futuro, Raúl aboga por un sistema de cooperación y organización entre el conjunto de profesionales que sacan adelante una clínica del barrio de Las Tablas y, sobre todo, pretende realizar la utopía de que nunca haya alguna circunstancia que no sean capaces de tratar ellos mismos. Y siempre quedará un porvenir de indagación, estudio y lectura de otros profesionales internacionales que una vez que empieza, no acaba nunca. Siempre está aprendiendo nuevos conocimientos cuando no está trabajando o en su tiempo de ocio, algo que recalca y asegura.

Raúl Guzmán rompe con la idea preconcebida que puede suscitar todo pionero en cualquier rama científica. Le gustan los deportes: es un aficionado al pádel, siempre que su trabajo lo permite, echa algún partido con sus amigos. Y todos los días sale a correr. Hace tiempo que se cortó la coleta de rockero, un tiempo en que acudía con más frecuencia a conciertos de rock y heavy metal como los del grupo Iron Maiden. También tiene un pasado motero, y le perdura todavía esa conexión con el mundo del motor en general, cuando hasta hace muy poco conducía un Porche Carrera. Un pasado y un presente que escriben el futuro de Raúl con una vitalidad inmejorable y unos días que, aunque necesiten cinco horas más, exprimirá cada segundo para seguir con sus estudios, sus libros, el deporte, y la emoción de compartir a uno más en la familia.

lunes, 7 de mayo de 2012

No te señales con el dedo, no hables de ti, no respires


Un cirujano siempre hará bien su trabajo, ¿pero cogerá el bisturí de la misma manera si opera a su hija, al Rey, o a un desconocido para él?


Una de las asignaturas del primer cuatrimestre de este año consistía en hacer prácticas para una carrera de periodismo que empezaba, para sorpresa de muchos, en el tercer curso. Nunca antes habíamos redactado tantas crónicas, comentarios, entrevistas, reportajes y otros tantos artículos que exprimieran la creatividad que puede y debe tener un futuro periodista. Bueno, también aprendí bastante en Comunicación e información escrita. ¡Ni que el periodismo esté hecho solo de pluma! Aunque es cierto que la tinta se está agotando. Y a base de ensayos, este año nos han hecho mirar hacia la puerta del futuro, que siempre ha estado ahí, pero esta vez, subrayada. ¿Abierta? Rechina bastante, está oxidada y hay algunos que, de vez en cuando, les gusta echar el cerrojo. Pero somos nosotros los portadores de la llave maestra, y en cualquier caso, llevamos el ariete.

Sé que veinte años son canciones de cuna, lápiz con goma, varios empujones y más caídas que galardones. Todo menos experiencia. Pero puedo decir que los profesores que más quejas suscitan en el presente, son los mejor valorados en el futuro. Un caso: Pedro Sorela. Periodista, profesor y escritor, crítico, criticado y criticón. Y ¡chapó!  A la “mili” del siglo XXI en Ciencias de la Información. Si no nos espabilan ahora, no espabilaremos nunca. Y si no despertamos los periodistas, no despertará el periodismo. Vamos a cambiarlo.

Él habla de una sociedad construida sobre el egocentrismo del “mirarse el ombligo”. Y yo pienso en una sociedad, sin más complejidad ni estudio que el de un conjunto de seres humanos con el ego en la sangre. Entramos en el Romanticismo, y aun no hemos salido. “¿Por qué en la retransmisión de los juegos olímpicos tienen que interrumpirse los cien metros lisos de los más rápidos del mundo para ver un salto de pértiga de un español?”, se pregunta.

De la misma manera que existe Telemadrid, para hablar de Madrid a (pero sin) los madrileños; Castilla-La Mancha Televisión a los manchegos; CanalSur a los andaluces; TV3 a los catalanes; TVG a los gallegos, etc. ¿Se mira el diario Gara el ombligo?, ¿barre para dentro el diario Sport? Más allá de ombligos con estatutos. ¿Es objetivo Intereconomía?, ¿y el diario Público?, ¿es imparcial Federico Jiménez Losantos o, por poner tonterías, Juan Ramón Lucas con su Atlético de Madrid? Y hablando de fútbol, ¿por qué la sección de deportes es una proporción: Madrid-Barça 90% - resto de deportes 10%? Y más lejos todavía, ¿por qué un juez que se levanta con el pie izquierdo mete a un ladrón de bolsos ocho años a la cárcel, mientras que un chorizo millonario con el mote de “alcalde” no pisa la sombra? Curiosa cuestión.

El dicho del huevo y la gallina, visto está que vale para todo. ¿Son los medios los que se adaptan a la audiencia, o esta última la que reclama unos contenidos? Sea cual sea la respuesta, parece que la gente siempre escucha lo que quiere oír, porque Losantos, el diario Gara o Telemadrid ponen los acentos en los insultos adecuados.

Pero para llegar a la raíz de este dilema del principio de causalidad, es necesario remontarse a muchos procesos de interrelación personal. Yo no he escudriñado reflexiones de nadie, pero sabemos a ciencia cierta que somos egoístas por naturaleza. Creo que no hay personas más egoístas que otras, sino un control más o menos llevadero de ese pecado inherente que corre por las venas. Un ejemplo: Yo soy un empresario, mi empresa va mal, y decido bajar el sueldo a mis empleados antes que ganar un duro menos al mes. Otro ejemplo: Yo soy un voluntario de una fundación que se encarga de realizar terapia con caballos a niños discapacitados, y voy cuatro días a la semana sin cobrar nada.

El primer ejemplo muestra un egoísmo primario y claro. El segundo también es egoísmo, porque es la misma satisfacción, la misma complacencia. ¿La diferencia? A partir de quién empieza esa felicidad.
Puesto que, hasta Teresa de Calcuta sentía esa necesidad aristotélica de ser feliz, es imposible que exista la expresión: “mirarnos el ombligo”, y más aún, cuando todos tenemos el mismo espíritu empresario y todos los días se compra y se vende la euforia, la nostalgia, el pesimismo, y demás emociones de porcelana a precio de fábula.

jueves, 3 de mayo de 2012

El niño de la bicicleta


Los odiamos, pero nos defienden, aunque también atacan. Los llevamos encima, nos engañan, nos cautivan, nos aciertan, nos equivocan, los prejuicios.



Se escapa del centro de acogida. Su inocencia no sabe que se ha ido para siempre, o la necesidad de cariño no quiere reconocérselo. Cyril corre delante del director y tras la estela de su padre al que pretende encontrar en su piso, abandonado. En el mismo edificio, y agarrándose fuertemente a ella, conoce a Samantha, una peluquera que cae rendida a los encantos de ese chico de 11 años que va rasgando con las uñas que le quedan cada trocito de familia. Ella encuentra su bicicleta, un bonito recuerdo, un regalo, y encuentra un espacio en su casa donde Cyril puede pasar los fines de semana sin necesidad de darse a la fuga. Pero no lo consigue. 
El pequeño sigue tras la busca de su padre siguiendo inteligentemente el rastro que pudo haber dejado, hasta que da con su paradero. Llega el momento en que el nerviosismo, la pasión y el esfuerzo no dejan espacio a los latidos de un corazón tan joven. Si alguien te da la vida, son tus padres, la familia. El corazón de 11 años explota al oír: “No volveré a recogerte”, “no volveré a llamarte”. Desolador. El mundo pesa más cuando te quitan las ganas de escaparte y recorrer largas distancias solo para que te den un abrazo, pero Cyril tiene hambre de esperanzas y continúa en busca del calor de alguien que le quiera. 
Wes es uno de los traficantes del barrio que busca mentes ignorantes a las que persuadir para cometer muchos de sus robos, y se hace fácilmente con la de Cyril. Le ofrece refrescos, partidas de la Play Station y un mote que sentencia su afinidad con él: “Pitbull”. Con toda esa inocencia, Cyril aprende a asaltar con un bate a un quiosquero y robarle todo el dinero. “¿Cuánto quieres que te dé por esto?, ¿500 euros?-pregunta Wes- “No quiero nada”-responde Cyril-“Entonces, ¿por qué lo haces?”-pregunta-“Por ti”. 
El robo saldría a pedir de boca, pero el hijo del quiosquero no entraba en el plan, había que atizarle también, y fue la pieza que delató al ladrón. Tras el juicio, tal acto de vandalismo queda en una indemnización y una disculpa a los agredidos por parte de Cyril. El adulto las acepta, pero no su hijo, quien le persigue y le tira piedras hasta que una de ellas le da, se cae del árbol y pierde la conciencia. Se cambian las tornas de atacante y atacado. Y aquí viene la reflexión de la película. 
Cyril recupera el conocimiento, sabe que le han perseguido, que han intentado hacerle daño, y lo han hecho. A cualquiera de nosotros que nos den con un bate de beisbol en la cabeza y nos roben la cartera, pensaremos que habrá sido labor de un desalmado. Seguramente acertemos. Pero Cyril cogió un bate, golpeó y robó porque buscaba el cariño de otra persona. Cyril no entiende de dinero ni de venganza, entiende de vacío y de sufrimiento. Entiende de búsqueda y de cariño que pedaleará siempre mientras sienta el viento en la cara, mientras sepa que cuando deje de hacer las cosas que hacen los niños, volverá a casa a tomarse un refresco, a jugar a la Play Station y a ponerse unos motes que le hacen sentirse fuerte. 


lunes, 23 de abril de 2012

La Batalla por la Europa Media


Pero todos ellos fueron engañados, pues otro "partido" más fue forjado.



1930

Después de la derrota militar que sufrió el 11 de noviembre de 1918, el Imperio Alemán se dio cuenta de su punto débil: una guerra más lenta que un relámpago dejaría sin recursos al país y sentenciaría una derrota poco más que clara. Se quedó solo con el apellido, Alemania. El imperio desapareció con la independencia de las colonias y con un territorio sin cosechas, sin fábricas y sin dinero.

Poco después concurriría una crisis política, económica y no sé si algo más. Los judíos fueron la clase media-alta que supo hacer negocio y recaudaron la mayor parte del capital en pocas manos. Y un tipo, de parientes también judíos, que se alzaba no más de dos palmos del suelo, y con un bigote que ¡santo Dios su asesor de imagen!, supo encandilar a un sector de la sociedad que comprendía a las clases medias, obreras, a esos mismos judíos, marxistas y demás ideologías. Ese tipo no entendía de partidos de colores, sino colores en un solo partido que absorbiera todo el inconformismo político, económico y social que diese el impulso definitivo para salir de esa crisis. En 1930 lo consiguió. Todas las voces y manos levantadas fueron calladas y tumbadas. Algo que ya sabemos y no hace falta especificar.

2012

Europa sufre una crisis parecida y de valores, que añaden. ¿Quiénes son los causantes? Los banqueros, opinamos. Algunos países como Islandia les ha encarcelado, otros como España les ha subvencionado. Desde 2008, la ultraderecha vuelve a tirar de su propaganda psicológica para que la clase obrera, desconfiada y nerviosa, tenga un punto de apoyo en tipos con parientes y alturas diferentes, pero con los mismos asesores de imagen y con las mismas ideas bastantes cuestionables a la moralidad común y decente.

La derecha radical en Holanda Geert Wilders, consigue el 15,5% de los votos; Bélgica, Filip Dewinter, 7,8%. Hoy se conoce el resultado de los sondeos en Francia. La tercera alternativa con más expectativas a la presidencia es Marine Le Pen, partido ultraderechista más popular entre la clase obrera, publica EL PAÍS.


Geert Wilders
Filip Dewinters














Yo no quiero hacer paralelismos, se hacen solos. Pero es sabido que nos gusta ponernos la misma piedra con la que tropezar. Digo más, nos encanta. xD


Marine Le Pen

jueves, 12 de abril de 2012

Entrevista a Alfonso Arteseros, periodista y documentalista.

“Me halaga la libertad que tengo en Intereconomía”

Es de los serios, se ve en su rostro y en la entonación de sus palabras. Frunce el ceño cuando critica, y lo frunce muy a menudo. Alfonso Arteseros se expresa con lenguaje correcto y formal, pero alberga un recóndito sentido del humor para todos los públicos que descubres cuando menos te lo esperas. Su experiencia se nota en que parece que nunca ha respondido a algo por primera vez, un discurso donde la seguridad está presente en todo momento. Tradicional en su vestimenta y en sus ideas aunque novedoso en su agradecimiento por las nuevas tecnologías que dice, facilitan su trabajo. Tiene cientos de documentales guardados hasta en el garaje por falta de espacio. Su último proyecto en el que trabaja se titula “El franquismo en mi memoria”.

Desde sus comienzos, usted viajó con la cámara, su sombra, para recoger en primera persona testimonios de políticos, actrices, músicos o agricultores, el día a día de los protagonistas que conforman nuestra historia.

Escogí el siglo XX por el archivo fílmico, una de las cosas que más me sorprendieron en mi vida fue la imagen en movimiento. En ellas introduzco entrevistas, más de 8.000, cuando nadie apostaba por los testimonios de la gente que vivió los acontecimientos en primera fila. Y, desde luego, la historia abarca mucho más. Era consciente de que Federico Martín Bahamontes era importante al ganar el tour de Francia. También, Lola Flores, Rafael Alberti, o Ramón Serrano Súñer, o George Harrison, de The Beatles, personajes que tuvieran que ver con nuestra historia. Ahora estoy trabajando en mi nuevo proyecto, te digo el título como primicia: “El franquismo en mi memoria”. Treinta largometrajes donde arranco el 1 de abril de 1939 y termino con las imágenes de los canteros de la sierra de Guadarrama y el entierro de Franco. Y en toda esa historia no solo ocurren las crisis políticas, también inauguraciones, la aparición de las clases medias, los juguetes, la moda, la historia de la automoción, de la radio, de la televisión, los toros, la música, los deportes, todo el costumbrismo en general.

Esos momentos y personajes los recoge en su memoria que da nombre a su libro.

En “España en mi memoria”, publicado en abril del año pasado, recojo muchos de esos personajes que incluso pongo sus voces, Introduzco cortes donde está el personaje hablando y quizás se podrá comentar que es algo de mi invención, pero tengo imagen y voz del personaje que está contando a mi cámara y a mí lo que está transcrito con puntos y comas en el libro.

¿Cuándo saldrán a la luz esos documentales?

Me he cansado ya de los periódicos. Recuerdo que los periódicos se utilizaban después de leerlos para envolver bocadillos de sardinas, ahora ya ni eso. Tampoco quiero que esto sea para televisión todavía. Quiero que este producto llegue directamente a los colegios, universidades y hogares donde se conviertan en una enciclopedia audiovisual.

Sobre la censura. Algunos trabajos como el que realizó sobre “los maquis” en Galicia, no fueron emitidos en otras cadenas por posibles daños sentimentales a Fraga y a su familia.

Yo conocí personalmente a Don Manuel y sé que a él no le hubiera importado. El problema es que eran unos tiempos en los que el control de la televisión de Galicia estaba en manos de los aduladores y de los “pelotas” de turno y pensaron que esto no le agradaría ya que sería contar la historia de los antepasados que le quemaron la casa en Perbes. También en los periódicos, cuando yo hice la serie de “Memoria visual de España”, con el ABC, tuve censura. No te quiero contar en Canal Sur o Canal Nou.

Sin embargo, Intereconomía no le ha privado de esa libertad.

No, en Intereconomía desde luego que no. Los problemas son de otro tipo, como que los medios escasean y que no me gusta el horario que tiene ahora mismo mi programa, “España en la memoria”. Pero lo que es la libertad, yo no la he conocido en la vida. En Intereconomía, lo que me halaga realmente, es que confían plenamente en mí.

¿Cómo le sentó la ley de la Memoria histórica aprobada en 2007?

Un tebeo con mayúsculas y con muy mala leche. Una vez  lo comenté en mi programa, me salió del alma. Con un invitado al que sujete la mano porque se puso a llorar, José Utrera Molina. Dije que los políticos tendrían que estar trabajando y no metiendo cizaña para dividir, nada del Divide y vencerás. Aclaré que soy hijo de un sargento del ejército republicano, niño de la posguerra, y lo que quería hacer, como los demás niños, era jugar lo más posible y nunca preguntábamos por nuestro padre y en qué bando había estado.

¿Discrepaba a menudo con su padre?

Mi padre era apolítico. En un principio sí confraternizó con la República, pero tampoco veía bien todo lo que se hizo, como lo de la quema de los conventos. Se apuntó para que no le declararan prófugo, pero sí te puedo decir que, después de la guerra, no quería hablar de eso. Me dijo que en ambos bandos se habían cometido calamidades, pero sí le gustó la reconstrucción de España y la aparición de las clases medias.

A raíz de esto, ¿qué opina sobre el enjuiciamiento de Garzón?

Bueno, yo creo que ya le condenaron en el juicio por la Gürtel con 11 años y a lo mejor pensaron que ya era suficiente. Apostó a ganador, pero en realidad entró tarde.

Su pasado, toda una vida acompañada de la música.

He sido músico y manager. Como todos los jóvenes de aquellos años 60, quería tener una guitarra eléctrica. Mi madre me compró una a plazos, sin que se enterara mi padre, ahora siento haberme desecho de ella. A partir de ahí, empecé con unos grupos, mejores, peores, ya que en aquella época se cambiaba mucho. Después de toda esa trayectoria fui manager de artistas como “Ramoncín”, de Mike Kennedy, después de que deshiciéramos los Pop Tops, estuve de bajista con Karina, etc. También he hecho cosas como convencer al dúo dinámico para juntarlos otra vez, etc.

Su hijo, Alfonso, a un escalón de escoger su futuro. ¿Le animará a seguir los pasos de su padre y relatar la historia de su memoria?

No le veo estudiando lo mismo. Dice que quiere ser piloto y también le gusta la música. En cualquier caso tenéis un futuro muy arduo, tenéis que trabajar y tener mucha suerte.

sábado, 7 de abril de 2012

Hermitage

Es un cuadrado negro sobre un fondo blanco. De los que vi, nadie se lo quedó mirando más de cuatro segundos, y desde luego, la incomprensión fue acompañada de una risa burlesca. Yo también me reí. Es un cuadrado negro sobre un fondo blanco.

Kazimir Malévich lo pintó por algo, pero solo sacó un humor forzado. Se podría decir que el significado fue más que connotativo, y la denotación se quedó en un segundo plano. El cartel referenciaba un cero absoluto, el suprematismo, surrealismo, formas geométricas que dicen algo, pero que nadie comprende. Se interpreta, se falla, se ríe, ¿comedia?, ¡desinterés!, por un cuadrado negro sobre un fondo blanco.

Subió la tasa de analfabetismo, se abandonaron las avant-gardes, y se volvió al realismo. Se acabaron las formas de decir nada, salvo elitista para la mente avanzada. La Rusia de lo sencillo pintaba a todo color, o sin él, el cambio, la revolución. O, al menos, eso me dijo el cartel, la escritura pensativa. Un cuadrado negro sobre un fondo blanco.


jueves, 5 de abril de 2012

Reflexión musical: La música no reflexiona.

"Cuando se juntan el dinero y el egoísmo, se puede acabar con todo, hasta con el oído"


Puedo llorarte miles de canciones para reconquistarte, rasgar una guitarra, cantar y pasar la gorra en el metro. Me puede gustar la gasolina, o la armonía de diez instrumentos de viento en conjunto. Puedo bailar, saltar, gritar, llenarte de luces o quedarme en silencio. Puedo ondear una bandera o quemar varios contenedores. Puedo hacer tantas cosas y más porque soy capaz de escuchar.

La música evoluciona y cambia en todos los aspectos a lo largo del tiempo. En la actualidad, no es algo en sí misma, sino que está ligada a los demás ámbitos de la vida. Ya no es solo el placer que provoca, o no, escucharla, también ocupan un gran porcentaje el tema, la causa, la técnica, la letra, la producción y cientos de “porqués” involucrados en el apogeo de la música.

Nos remontamos a los años 50 y 60, tiempo del rock y del nacimiento de todos los subgéneros. Los grupos se buscaban la vida para ambientar los pubs y cafés para darse a conocer, algo que hasta el momento no ha cambiado. Con el auge de estas bandas y la ambición por sus obras, la gente comenzaba a asistir a los pequeños conciertos, algo que fue visto como carne de cañón para los especuladores, managers y discográficas en busca de jóvenes promesas. Normalmente eran estos cazatalentos los que acudían a fichar a quienes creían que tenían madera. Estos artistas firmaban contratos para grabar discos, concretar giras, elaborar videoclips, spots, etc. Es decir, mano a mano, artistas, representantes y empresarios del mundo de esta industria sacaban a flote un proyecto a base de ritmo, dedicación y buen gusto.

En el siglo XXI, las nuevas tecnologías, además del concepto, “moderno”, la comodidad ha llegado a casa conjuntamente con la individualidad. Las redes sociales nos conectan, pero también nos independizan. Ejemplos son los blog, o las cuentas de twitter, donde cada uno puede producir y acceder a información inmediata sin necesidad de comprar noticias en papel de periódico. Pues estas tecnologías afectan al nivel de vida, y esa escasez de dependencia también está afectando a la creación musical.

Grupo tocando en la sala Silikona
Los grupos siguen marcando el número de teléfono del dueño de una sala de conciertos para tocar, lugares que, prácticamente, acaban de nacer. Este ha sido uno de los cambios, ya no consiste en lo que fuera el pub ambientado con un pequeño concierto generalmente en acústico, sino que estas salas son para conciertos, y pueden ser ambientadas por alguna consumición cuyo precio puede ser más alto que la propia entrada para ver al grupo. Alejandra canta en un grupo de pop-rock que tocó en la sala CATS, Madrid, y afirma que “el contacto con la sala fue muy rápido y sencillo. "Únicamente llamamos y nos dejaron total libertad para vender nuestras entradas”. El local pone el personal de sonido e iluminación a cambio del 20% de las ganancias por las entradas. Así funcionan los primeros conciertos.

Y hablando de la madre financiera, la calidad de vida y el bienestar social han aumentado. Poniendo como ejemplo una familia de clase media, hace treinta o cuarenta años comprarse una guitarra se equipara con lo que hoy cuesta comprarse un coche. Y si para este coche tienes un garaje propio ya tienes un lugar de ensayo idóneo y gratuito que todos los grupos buscan.

En caso de no tenerlo, siempre han existido locales de ensayo, pisos grandes, insonorizados y ubicados, en su mayoría, en barrios de la periferia, alejados del centro, donde el precio de alquiler de los locales es más barato en relación con el precio del piso. Dependiendo de varios factores como la situación y la calidad del material (amplificadores y baterías) el precio puede rondar entre 10 a 20 euros la hora. Uno de los locales de ensayo más frecuentados y demandados de Madrid es Taller 57, en el barrio de Esperanza. Sergio, guitarrista, explica que le gusta ensayar con su grupo en estos locales ya que” el precio es muy barato en comparación con otros locales. Las salas tienen muy buena acústica y el trato con el dueño es de lo más cercano”.

Los instrumentos son más baratos; existen locales de ensayo o garajes, en su defecto; Tenemos una cola de músicos que marcan una clara tendencia incluso en otros estilos más modernos, y unas nuevas tecnologías que nos permiten estar a la última de nuevos temas. Todo son ventajas, en un principio. Pero siempre hay quien ve el vaso medio vacío, y es el caso de las productoras. Óscar Claros es ingeniero de sonido, y colabora con varias discográficas y cadenas de televisión. Lleva más de veinte años dedicándose a la música y sabe cómo están afectando las nuevas tecnologías a este mundillo. Con esta individualidad sumada a la miniaturización de los soportes electrónicos, una forma de producción ha dado nombre a un estilo surgido en los años 80, el indie. Este estilo se caracteriza por la producción autónoma, y es lo que se está haciendo en estos días.

Ya no es un cuchillo que corta, sino que raya y pela, todo en uno. Ya no es un periodista experto en recoger y adaptar la información, sino que sabe editar vídeos y especializarse en materias de otros expertos. A esto es a lo que tiende el mundo, a la total especialidad e individualismo. Un ordenador portátil y un programa de grabación gratuito puede ser la combinación perfecta de producción casera para cualquier aficionado. Este acontecimiento no es sino el título de la crisis de las discográficas. Pero para hablar de estas necesitamos de la pregunta retórica: ¿Qué fue antes, el huevo, o la gallina?

La concepción general de la sociedad es que las discográficas se llevan un porcentaje muy elevado en la venta del disco, mientras que el artista o el grupo solo recibe cerca de un diez o veinte por ciento. “Así les va a los productores, que nadie quiere grabar con ellos, son unos ladrones, el grupo no se lleva casi nada de las ganancias”, comenta Alejandro. Sin embargo Óscar afirma que “son los distribuidores los que se quedan con más de la mitad de los beneficios y que, en muchas ocasiones, incluso tienen más pérdidas de las que esperan según qué grupos.” Y es que las discográficas nunca, y menos en estos tiempos, se la han jugado en producir discos de talentos que no van a vender.

Por si no es suficiente problema, a esto se le añade la descarga ilegal y el debate sobre la libertad digital del usuario contra la propiedad intelectual. Desde que a alguien se le ocurrió que la música podría generar millones, lo segundo que pensó fue apoyarse en la ley creando un derecho de apropiación exclusiva de una obra y la consecuente ganancia en metálico a partir de dichas creaciones. En España se creó la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Lo que no ha tenido mucho apoyo entre los usuarios. En detrimento de las discográficas y de la venta del disco en general, la descarga gratuita ilegal impide todavía más las ventas de este tipo de soportes y, como consecuencia, de la labor de estas empresas.

No salen grupos porque las discográficas no apuestan con confianza. O no salen grupos porque no pueden vivir de estos discos. Sabemos que hay huevos que han puesto las gallinas, pero estas han salido, a su vez, de otros huevos. Lo cierto es que, si bien la calidad de sonido por una producción “indie” o autónoma está siendo cada vez peor, siguen saliendo revelaciones, tanto en EEUU, Suramérica, como en Europa, incluso en España, estando este problema más acentuado y agravado. Algunas almas caritativas optan por darle el gusto a sus fans de conseguir un disco gratis por internet y obtener frutos monetarios a través de los conciertos.

Pese a la diferencia entre ventajas e impedimentos y con o sin los elementos de la industria musical, una cosa es cierta, salen artistas. Pero de nuevo nos topamos con novedades. ¿Qué se necesita para triunfar y conseguir la fama? Y, sobre todo, ¿cómo se debe hacer para perdurar en el tiempo evitando una fama efímera?

Rodolfo Chikilicuatre
Ante todo se necesita notoriedad y darse a conocer. No es raro ver como unos jóvenes con soberbio talento aprovechan estas tecnologías publicitándose en las redes sociales, blogs, webs o en la mejor vía al alcance de todos, youtube. Para ejemplos de eso tan efímero a nivel extremo, ponemos el caso de una fama más que temporal y ridícula como es el de Las Supremas de Móstoles, el “Aserejé” de las Ketchup, las canciones del verano o la eurovisiva canción del Chiki-chiki. Hace poco hablaba con mi abuela sobre David Fernández, alias Rodolfo Chikilicuatre, tuve que bailarlo para que recordara ese espectáculo. Esto es, ya nadie se acuerda de esas canciones, no se escuchan y menos las tendrá alguien en el I-pod. Son, en realidad, producto del humor más que de la sensatez musical, muy lejos de esa ordenación coordinada y lógica de sonidos. Incluso algo más elaborado como las voces de Operación triunfo o los temas de Justin Bieber requerirán de una constante variación de imagen e ideas rápidas para nuevos discos, producto del marketing, para no caer en la repetición, y, consecuentemente, en el olvido de unas fans con una media de 16 años.

No obstante, esa lógica está presente en que hace falta talento y creatividad no solo de los medios que mueven la masa, sino por parte de los artistas. Lo comercial será un arma favorable para que un tema pueda tener espacio en emisoras musicales de radio, o programas de televisión como los 40 principales. Óscar añade que “solo si esos grupos tienen contratos con grandes discográficas como Sony o Warner, entre otras tendrán la oportunidad de aparecer en los medios y ser escuchados”.

Gritos de Mimo es un grupo madrileño de pop-rock que acaba de cumplir dos años dedicándose a lo que les gusta. El grupo afirma que desde que su hobby fue convirtiéndose en algo más serio han pasado a “ensayar de 4 a 12 horas diarias”, comentan. Tienen un contrato con la discográfica Keido, y desde entonces no dejan de dar conciertos en diversas salas de Madrid. Su disco ya está a la venta en distribuidores como El Corte Inglés y están trabajando en su segundo, que ya está a punto de salir. A uno de los guitarristas se le presentó otro de los hándicaps de este sector, la incertidumbre. Esas doce horas que el grupo dice que ensaya no puede compatibilizarse con los estudios, el contrato con la discográfica es estricto y tienen que acatar horarios en cuanto a ensayos y conciertos. El ex guitarrista de este grupo obtuvo ese prefijo (ex-) al decantarse por seguir su carrera de medicina. “No puedo continuar esclavizado a unos horarios tan opresores que no me dejan continuar mis estudios. Me gusta el grupo, pero no tomaré el riesgo de vivir de la música. Por eso me voy”, me informó en el momento de su decisión.

En definitiva, son muchos los requisitos y planteamientos que hacen falta para que un día escuchemos en la radio o veamos en Internet que ha salido un nuevo grupo y que, no por méritos de la discográfica o de los medios de comunicación, asesores de imagen o managers hagan de este un sentimiento de atracción. Lo novedoso y original, lo característico sin frivolidad, lo que produce esa sensación repentina de escuchar algo y dejar al margen otros pensamientos es lo que se puede llamar música artística. Pero de nuevo es arte, nada científico, subjetividad absoluta, fluctuante y nómada. Para cada uno lo será siendo un ritmo latino, unos acordes ya desgastados o unas letras poéticas y sinceras. Divergencias que se unen en una, ¡que dure la música!
Zubin Mehta

miércoles, 7 de marzo de 2012

Conferencia de Iñaki Gabilondo

Desperezar la monotonía

Iñaki tiene un repertorio de adjetivos, expresiones y ejemplos que, parezca que estén reutilizados o no, hacen pensar que un ingenio periodístico y con experiencia es capaz de hacer reflexionar a cualquiera. Ya no es solo una voz resonante que da nombre a su videoblog en el diario El País, sino una voz convincente y simpática derrochadora de consejos y gotas de optimismo ante tiempos aciagos.

Iñaki Gabilondo
A ojo, unas 200 personas sin contar las que estaban de pie, gran parte del colegio mayor Ximénez de Cisneros y muchos estudiantes de periodismo. Los micrófonos, como dijo, "es normal que no funcionen en ocasiones, después de 40 años lo he visto varias veces”, pero supo salir del paso y demostrar que la seriedad también deja espacio al humor y que después de una mala racha regresa el camino de bonanza y se consigue llegar hasta el final. Que nos digan “no rendirse”, me hace recordar al periodismo de costumbre y a la labor de los psicólogos y abogados de tratar de persuadir a unas mentes en pañales. Y como inexpertos que somos, debemos hacer caso a esa voz de la experiencia que parece llevar razón. La historia no nos viene dada, cada segundo es impredecible y cada uno los que lo moldeamos a nuestra voluntad para construir nuestro tiempo.

Del futuro se encargan de equivocarlo los economistas, aunque sin caer en riesgos, sabemos que fluctúa y cada vez más en campos virtuales, donde un periodista ejerce como tal en el momento en que produce información desde cualquier punto de la Tierra. Twitter, entre otros, lo hace posible. Gabilondo desmintió la muerte próxima de este oficio, como también lo desmienten los que no quieren vivir su final. La independencia y la especialización saludan y alimentan la preparación de unos profesionales “todoterrenos”.

La crisis más potente para su entender, la crisis moral, es acrecentada por el descontento social. “La gente ha dado la espalda a la clase política, sin saber que la clase política dio antes la espalda a la gente”, informó. Por eso no le habría parecido extraño que, “con un 56% de paro en personas menores de 25 años, no hubiese aparecido un 15-M años antes”. Y sin revisar nóminas en ninguna biblioteca nacional de ningún país norteamericano se pueden vislumbrar sueldos vitalicios derramadores de lógica y sentido común que estalle en simples acampadas.

Iñaki Gabilondo es una pieza diamantesca y símbolo de admiración para muchos primerizos, como yo. Se pueden cambiar significantes y significados, plagios por inspiraciones, amistades y competencias, compañeros con rivalidades y quejas por esfuerzos. Tenemos mil itinerarios como recomendaciones y un camino que nos iremos formando pizca a pizca. Cuando empecemos a andar será el principio de algo eterno pero cambiante, no habrá una meta, sino una prueba tras otra que conformarán ese camino, la vida que hemos elegido.

viernes, 27 de enero de 2012

La suma de las mentiras

1984 
"...la cordura no reside en lo que las estadísticas cuentan..."



Dos más dos son cinco. Nunca me creeré una mentira, salvo si se posees el poder de coacción para convertirla en verdad. Puedes controlarme las miradas y sentir mis latidos. Consigues ver si golpeo con determinada fuerza el suelo ante una rabia que en realidad no tengo. Puedes obligarme a sonreír aunque mi vida ya no tome ese nombre después de años. Eres capaz de esclavizarme y marcarme a punta de pistola. Y yo puedo pensar en que igual desaparezco, pero antes que eso, puedo pensar.

George Orwell escribió pensando en que un progreso puede convertirse en regreso, y volver a la ley de la selva. Es ciencia ficción, 1984, pero también está escrita la palabra ciencia. No es necesario un fin del mundo que ya hubiese llegado para la vida real de Winston, donde Londres ya no es lo que era. La armada no nos necesita, pero el cartel tiene el mismo imperativo con que nos cautivaba la estrategia de los yanquis.

Alguien más loco que Charlie Manson o el propio Almodóvar se adelantó a cometer algún tipo de locura como las conocidas hasta ahora. Orwell habla de un judío que defiende la libertad de prensa, de reunión, de expresión, de libertad al fin y al cabo. Pero también habla de un judío que despierta el odio cuando se contrasta un mundo dominado por la guerra, el “noamor”, y el miedo de los que todavía piensan. Un mundo rodeado de interrogantes que se cuelgan de un punto de transición que separa el fin de un sistema capitalista extremo de otro con unas condiciones de vida que quizás no sean tan nefastas, pero sí dignas de otra revolución. Qué locura.

Quiero resaltar el detalle de que este libro lo encontré en la sección de ciencia-ficción, pero no me sorprendería si lo encuentro en Historia del mundo contemporáneo, o en los mismos periódicos de todo el mundo. Pero esto es una mentira, sí que aparece.

Hace tiempo se comunicó la noticia de la muerte de Kim Jong-il, y la consecuente sucesión de su hijo Kim Jong-un, quien ahora se hace cargo del gobierno de Corea del Norte. Lo que yo vi fue una versión existente del libro de Orwell. La misma historia del autor británico, pero en un presente y en una realidad.

No se evaporizaron los estudiantes surcoreanos que se manifestaron ante un régimen tan opresivo, pero sí que desaparecieron. Aún persisten en la memoria, pero no ocupan espacio en el registro de un recuerdo tan común y casi constante. Se ignora una prensa controlada desde un “Ministerio de la Verdad”, aunque sí que impera la ironía de convertir mentiras en resultados científicos como el 2+2=5.

Ese día tan noticioso vimos algunas lágrimas, caras rojas y arrugadas, ojos cerrados y manos pegadas suplicando respuestas, pero no vimos llorar. Eso se hace cuando la tristeza nos gana la batalla y exteriorizamos un sentimiento de esos prohibidos, y eso no pasó. Y si alguien lloró, no fue por la muerte de ese dictador, sino por otras muertes, y, sobre todo, por la impotencia de no poder hacer nada por cambiar el resultado de esa suma.

LA IGNORANCIA ES LA FUERZA,
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD,
LA GUERRA ES LA PAZ.


viernes, 13 de enero de 2012

Una tapadera sin cerrojo. Nihilismo


Los valores y el sentido de la vida se destrozan cuando la confianza no está detrás de ninguna puerta por mucho cerrojo que tenga. Es roble, del bueno, con un grosor de 8 centímetros, rodeado de una firme barrera de acero inoxidable y con 6 pines para guardar con la mejor seguridad aquello que más valor tiene en esta vida, ella misma. Pero hay un problema, después de venderte más que un producto, una idea, una confianza, descubres que esa llave de siete toneladas necesaria para abrir esa puerta inquebrantable no solo la tienes tú, también la tiene la persona que te ha construido esa seguridad materializada. Entra sin preguntar y construye tu propia vida, ignora sentimientos, te explota, se bebe todo tu minibar y cuando se acaba todo, entra por otra puerta para prohibir otra felicidad.

Pongo este ejemplo tan estrambótico y curioso para enlazar la conclusión que saco de las esclavas del poder. Es evidente que uno de los muchos tridentes del diablo se encarga de ensartar a un montón de niñas para la explotación sexual. Sabemos que ese instinto animal puede convertir a cualquiera en un ladrón. Y este desalmado no tiene reparos en desvalijar y apropiarse de placeres no más que exóticos. Ladrones los hay, pero lo que no hay son ladrones policías, embajadores, cónsules, ni siquiera hay ladrones presidentes del Gobierno, ¿no? Mentira. Esa puerta no es nada. Es bonita, superficial y superflua, una tapadera sin cerrojo.

Derecho internacional, dos palabras que ya imponen por separado, pero en tándem hasta acojonan. Derechos humanos, lo prioritario en este mundo, y que nada importa en Estados donde dicen que reina la democracia y que luchan por ella. Lydia Cacho no echó mano de la imaginación, sino que mantuvo el tipo y la compostura, se aguantó las ganas de llorar y trató de no desaparecer. Después, imagino que encendió una hoguera para que sus manos pudieran escribir declaraciones tan gélidas. El propio Gobierno, elegido democráticamente por el pueblo, deliberadamente aporta datos incorrectos sobre esta catástrofe, compra la libertad y restriega un PIB con un delito de alta traición a la moralidad. No cuestiono la ética del primer ministro turco, japonés, camboyano o israelí, pero si me plantean ciertas dudas los ceros del cheque que la tiñen de sangre. Me pregunto si esa firma corrupta es la del diablo o la de esos señores.



¿En qué creemos ahora?, ¿A quién le entregamos el permiso para que nos haga una puerta que separe el bien del mal?, ¿De verdad queremos una puerta?

Nihilismo: (nihil, nada) Doctrina filosófica que parte de la negación del sentido de la vida.